lunes, 23 de febrero de 2015

La crónica de un fracaso


Estoy escribiendo algo que jamás quise escribir aquí, pero me veo obligado a por lo menos contar por qué no lo conseguí y por qué volveré a intentarlo, es lo menos que podía hacer después de las tantas visitas que ha tenido este blog desde que lo cree. Hoy, llega a su fin.

Pues nada más leyendo el título, el primer párrafo de este post o si me sigues por Twitter, Facebook o Instagram, sabréis que no pude completar los 42km de la Maratón de Sevilla, bueno, no pude completar ni 2km.

Os pongo en situación, aunque con el anterior post sobre la reflexión antes de la maratón ya sabréis que me ha estado pasando estas últimas semanas.

Bueno, hace 4 semanas, en la Media Maratón de la Isla de la Cartuja me lesiono de la cintilla iliotibial, lo que los runners conocemos como rodilla del corredor (ya os podéis ir haciendo una idea de lo común que es esta lesión entre los corredores). Mi hermano, dos semanas antes casualmente se lesiona de lo mismo y en la misma rodilla, por lo que todo el entrenamiento de recuperación se fue haciendo más llevadero. Los dos nos acercamos a la clínica de Juan Camean, compañero de club y fisioterapeuta. Rápidamente nos pusimos a descargar y a fortalecer músculos que causaron esta lesión. Yo particularmente fue muy cabezota y desde que me lesioné cada lunes iba probando el estado de la lesión saliendo a correr. La primera vez salí y aguanté 600m, la segunda vez aguanté dos series de 600m. Ese es el único entrenamiento de carrera en esas últimas dos semanas, 1’8km en dos entrenamientos diferentes y en forma de serie. Por lo que, físicamente el cuerpo ya de por sí había perdido todo el estado de forma que se había adquirido en los entrenamientos. Pero eso no me preocupaba, iba a tirar de cojones para terminar, solo quería que la rodilla se curase que era lo único que en carrera no podía controlar.

El día D, ya saliendo de dejar la bolsa en el Estadio Olímpico y de cambiarnos y ponernos listos para correr, calentamos un poquito (con miedo) y mi hermano va genial de sensaciones, yo sin embargo no las tenía todas conmigo y noto algo en la rodilla, pero mínimo. Pienso y me hago creer que es cosa mía y que todo está en la cabeza.

Nos colocamos en el cajón de salida (entre 3h45 y 4h) vamos, en el cajón de los debutantes y las tortugitas, el cajón de los que somos felices terminando los 42,195km. Trotamos en el sitio, encendemos la GoPro y fotografiamos un poco la salida que estaba reventar con los 11.500 corredores. Casi sin darnos cuenta escuchamos que dan la salida y avanzamos lentamente hasta el arco de salida. Tardamos unos 4-6 minutos en llegar y encender el GPS y que el crono empezase a correr para nosotros. Nos santiguamos y empezamos a trotar, a ritmo lento porque seguíamos con el miedo de la rodilla. Nos preguntamos que qué tal vamos y mi hermano decía que bien, no sentía ningún tipo de molestia, yo sin embargo sí notaba algo y cada zancada se agudizaba el dolor.

Pensé que no merecía la pena forzar puesto que si en el primer kilómetro empezaba a dolerme, no iba a aguantar ni en broma 41km más, por lo que decido abandonar y así poder prepararme otras pruebas que tengo en mente como es el Triatlón de Sevilla en Mayo, y la Maratón de Cracovia en Abril, que la tenía como alternativa por si fallaba ésta. Y falló.

Me despido de mi hermano y le deseo suerte, le había dejado completamente solo en todo esto, no tenía con quien apoyarse cuando apareciese el muro y si de por si es complicado, sin nadie al lado lo es aún más.

Yo directamente me volví al Estadio Olímpico, recogí mi bolsa, me cambié y tiré hacia el centro a ver si podría ver por allí a mi hermano y poder avituallarlo con los potingues que le tenía preparado.

Se me escapó en Luis Montoto (km16) y me fui directamente a Plaza España (km35) donde ya iría bastante perjudicado. Y es así como iba. Corrí escasos metros junto él, le di el potingue, que no era más que agua con sales, y le di mi dorsal (quería entrar con él). Iba bastante puteado, apenas hablaba y tenía muy mala cara, cuando terminó me dijo que hizo muchos kilómetros con el conocimiento perdido, sin pensar en nada, sólo en dar zancadas para llegar a la meta.



Mi hermano llegó en 4h12, con los pies hecho polvos y con la rodilla medio bien, le aguantó hasta el km 32,2 más o menos, lo que echándole huevos consiguió hacerlo.

Ahora que os he contado la crónica de lo que fue y no quería que fuese me dispongo a pensar que será lo próximo y que hacer ahora. Me hablaron de la crisis existencial que tienen los corredores después de hacer el gran objetivo al que se somete uno (en mi caso la maratón), pero creo que es mucho mejor que la crisis que le entra uno al tener que abandonar en su gran objetivo.

Tengo la Maratón de Cracovia el 29 de Abril, que coincide que estoy por allí de visita, pero no se si es demasiado precipitado para llegar al 100% de estado de forma y recuperándome, sabiendo que 2 semanas más estaré lesionado (como mínimo) y para la maratón quedan desde hoy 7 semanas. Vamos, tendría que prepararla en 5 semanas, en el mejor de los casos, y con Semana Santa de por medio. Eso sí, al llegar me iba a esperar la Feria de Abril. La mejor celebración de finisher que podría tener. Pero es precipitado todo y hay que pensarlo bien si de verdad quiero acabarlo bien y no arrastrándome por las calles polacas.

También tengo en Mayo otra prueba en la que tengo puesta mucha ilusión y que me he tenido callado hasta que la maratón pasase. Hablo del Triatlón de Sevilla en distancia Sprint, es decir, 750m nadando, 20km de ciclismo y 5km de carrera de pie. Asequible pero me gustaría hacer buena marca, aunque siendo un debut voy a lo que pueda pasar.

Así que ahora toca meditar las pruebas a corto plazo y a largo plazo. Me gustaría volver a Sevilla en 2016, pero también hay que admitir que por fechas es una maratón muy difícil para mí; navidades y época de exámenes, así que también barajo otras opciones como Valencia (noviembre) o Málaga (diciembre), y ya más adelante, tanto que casi la descarto, Madrid (abril).


Y desde aquí daros las gracias a todos los runners que os habéis pasado por este blog siguiendo mis progresos hasta el maratón, sois más de 3.500 visitantes. Espero que os haya gustado y a los que aconsejé (a pesar ser novato) espero que os haya servido. Nos veremos más adelante con nuevas cositas y nuevos proyectos. Esto no acaba aquí.

viernes, 20 de febrero de 2015

Reflexión antes de la maratón

No queda nada, horas. Depende de cuando te pongas a leer esto quedaran 48, 24 o 2 horas para este objetivo al que le he dedicado mucho tiempo durante todo un año, aunque muchísimo más a fondo en estas últimas 12 semanas.

Me he quitado de fiestas, de tardes con los amigos y de algún que otro quehacer. Y para quitarme yo de estas cosas, muy obsesionado e ilusionado tengo que estar por esa cosa por la que lo sustituyo. Desde el primer entreno específico enchufado, pensando y progresando. Todo ha ido de maravilla respecto al estado de forma. De no ver el número 4 en el GPS, a verlo todos los días en los entrenos, ya fuesen series o tiradas largas. Pero bueno, eso no era difícil, mi estado de forma antes de todo esto era bastante crítico.

He notado una mejoría abismal, y todo gracias a la constancia y, por supuesto, al gran plan de entrenamiento que Juan Antonio Torán me cedió. Cada entrenamiento ha ido sobre rueda. Costaba terminarlos y se sufría, pero al final del día la satisfacción era enorme y esa ducha post-entreno se hacían eterna (sin duda, lo que más se disfruta).

Jodido día 25 de Enero, jodido día que decidí correr la Media Maratón de la Isla de la Cartuja. La verdad es que para esa carrera, esa mañana estuve muy poco desmotivado, como si presagiara que algo no iba bien. Y en efecto, algo no fue bien. Me he pegado 4 semanas de sesiones con Juan Camean, mi fisio, y he estado metiéndole mucha caña a la zona del core, excéntricos y ejercicios manuales. Muchísima caña. Sabía que no podía correr más de 1 km. por eso solo quedaba reforzar la zona inestable que ha causado toda esta lesión.

Ahora, para que os voy a mentir, estoy bastante acojonado. Afronto esta maratón con no más de 21 km. seguidos en mis piernas, no he podido hacer tiradas más largas y creo que eso me tira para atrás. Pero no sólo eso, sino que son 4 semanas sin hacer nada de cardio, sin correr ni 30 minutos, así que imaginaros como está mi estado de forma, del 90% al que estaba al 40%. Y por si fuera poco luchar contra eso en la maratón, hay que rezar por que la rodilla aguante y no duela, ya no durante todo el recorrido, sino al menos hasta los primeros 30 km. con eso, ya me doy un canto en los dientes.

Y no, no voy de tapado! Ojalá pudiese estar escribiendo que voy del carajo y que me voy a comer los 42 km. con papas. Así que no queda otra, luchar contra mi rodilla y contra los kilómetros, y espero ganar la batalla, mejor o peor, pero ganarla.

Y no os doy más la vara, que sea lo que tenga que ser.


domingo, 15 de febrero de 2015

Semana 11

Ya no queda nada para el día de la maratón. Esta semana me volví a probar haciendo series rápidas. En esta ocasión la idea era hacer 10x600. La rodilla no aguanta 6km del tirón a un ritmo constante, pero sí que podría aguantar 10 series de 600m, que equivale al final a lo mismo. Pero nada. En la segunda serie empezó de nuevo el pinchazo en la rodilla, eso sí, mucho más liviano que en los otros entrenos. Decido parar y a seguir recuperándome, pero claramente, la idea de no correr cada vez es mayor.

La semana siguió con ejercicios manuales, excéntricos y muchas abdominales, además de hacer una salida en bici de carretera el sábado de 25 km. Me preocupa muchísimo el estado de forma, en estas tres semanas de paron he podido bajar mucho la forma, y si por si fuera poco aguantar 42 km. sin dolor, hacerlo también con mucho sufrimiento por falta de entrenamiento ya es doblemente jodido. Las expectativas no son muy positivas que digamos, pero quiero seguir pensando que sí es posible.

''Solo está derrotado aquél que deja de soñar''

martes, 10 de febrero de 2015

Semana 10

Esta semana ha sido un tanto rara pensando si llegaría o no a la maratón. El lunes salí a probar como iba la rodilla (estaba ansioso). Tenía pensado hacer series 10x750 y recuperar todo lo que he perdido de entreno, que me temo que he perdido demasiado, pero en la segunda serie apareció el dolor y tuve que parar. De vuelta a casa pues lo típico, piensas que no llegas porque quedan 2 semanas, y que quizás debería de pensar en otros retos, otras maratones,... Tampoco quería encabezonarme demasiado.

El martes tenía cita con Juan Camean, fisio que me está tratando, y le comenté lo que ocurrió, me dijo que habría que tomar otra alternativa, la primera que habíamos tomado era la menos dolorosa y más larga, pero que viendo que no dio sus resultados, había que tomar la otra alternativa para acelerar y llegar al maratón. La otra alternativa era el tratamiento mediante EPI, que consiste en acelerar el proceso haciendo de forma manual la ruptura del músculo para que así empezase ya a regenerarse y diese tiempo. Además empecé con una serie de ejercicios para fortalecer y estabilizar más el cuerpo a la hora de correr, ya que es uno de los principales causantes de la lesión.

domingo, 1 de febrero de 2015

Semana 9

Esta semana ha sido diferente al resto. Nada de calzarse las zapatillas y gastar goma. Esta semana ha tocado descanso para recuperarme del pinchazo que tuve en la rodilla derecha el pasado domingo. Estos días se han resumido en masajes de descarga y ejercicios en casa de abdomen y lumbares para ponerlos más fuertes.

La semana que viene empezaré a correr de nuevo, sólo sesiones de series de hasta 1000m para probar como evoluciona la lesión. Espero que sin dolor, lo que significaría volver a meter caña dentro de 2 semanas para llegar in extremis a la Maratón.